El león es un ser admirado por su enorme fuerza, destreza y poder, proveniente de su increíble anatomía. Conócela más a fondo, y descubre cada parte de la maquinaria de este increíble depredador.
El león es un mamífero cuadrúpedo de la familia de los felinos que se alimenta de otros mamíferos. Este felino posee una estructura ósea y una musculatura que le permiten realizar persecuciones a grandes velocidades y enfrentar a animales de mayor tamaño y peso que él.
De todos los felinos, el león es el segundo más grande, solo por detrás del tigre, aunque no por nada lo llaman el Rey de la Selva.
Gracias a su melena y a su cuerpo robusto emana un aura imponente que puede intimidar a sus rivales.
Esto, aunado a su poderoso rugido que puede ser escuchado a más de 9 kilómetros, convierten al león en un animal temible al que ningún otro mamífero desea enfrentar.
Anatomía del león: características generales del cuerpo del león
La anatomía del león consta de extremidades poderosas, mandíbulas fuertes y dientes caninos de hasta 8 centímetros de longitud con los que pueden matar a sus presas sin importar el grosor de su piel. Su coloración es beige, pasando por marrón amarillento o rojizo.
Los leones poseen una columna vertebral flexible que les permite una mayor agilidad y están dotados de músculos que les permiten atacar más con fuerza que con resistencia. Ya que su laringe es más larga que la de otros felinos, su rugido es el más potente de todos.
Como se mencionó anteriormente, el león es el segundo felino más grande después del tigre. En la adultez, un león en estado salvaje puede llegar a pesar entre 160 kilogramos y 260 kilogramos, los machos, mientras que las hembras pueden pesar entre 120 y 182 kilogramos.
A lo largo de la historia se han visto casos de leones excesivamente pesados, como el caso de un león que pesó 411 kilogramos. Generalmente, los leones en cautiverio suelen ser más pesados que los que viven en estado salvaje.
El caso registrado del león más pesado se dio en un zoológico, donde el león pesó 454 kilogramos.
Es interesante en la anatomía del león que, a pesar de ser tan pesados, su estructura corporal consta de mucho músculo y poca grasa, por lo que gozan de una agilidad impresionante y pueden llegar a velocidades de hasta 80 kilómetros por hora.
En cuanto a las dimensiones, los leones machos adultos pueden medir entre 205 y 334 centímetros de largo, 125 centímetros de alto y poseen una cola de entre 90 y 105 centímetros de largo.
En el caso de las hembras, sus dimensiones son entre 180 a 270 centímetros de largo, 107 centímetros de alto y una cola de entre 70 y 100 centímetros.
Cabe destacar que las medidas pueden variar según la subespecie de león y los casos excepcionales, como el león más largo jamás documentado, que midió 384,7 centímetros.
Las partes que conforman al león
La anatomía de los leones está diseñada para que sean capaces de realizar persecuciones a grandes velocidades y para derribar animales mucho más grandes y pesados que ellos, así como también para defender a la manada en caso de que otro mamífero los ataque.
Para ello, están dotados de diferentes herramientas que les permiten sobrevivir a las adversidades:
- Patas. Tienen patas muy fuertes que les dan la capacidad de luchar y correr hasta a 80 kilómetros por hora. Además, están dotadas de almohadillas suaves que les permiten moverse sigilosamente. Sus garras retráctiles están diseñadas para capturar a sus presas y pueden ser guardadas para evitar daños al desplazarse.
- Mandíbulas y dientes. La combinación entre la mandíbula y los afilados dientes del león es letal para sus presas. Y es que su mandíbula es capaz de generar una mordida de 313,43 KgF, la cual, junto con sus 30 fuertes y afilados dientes le permiten matar y comerse a sus presas. Sus molares desgarran los alimentos, los caninos matan a las presas y los incisivos perforan la carne.
- Cuello. Los músculos del cuello del león trabajan, junto con la mandíbula, para que el león someta a su presa. Y, en conjunto con las patas, permiten que sostenga a su presa.
- Piel. La estructura ósea del león está protegida por una capa doble de piel que los protege contra la intemperie.
- Órgano de Jacobson. Este órgano en particular, localizado en la parte superior del interior de la boca del león, le permite analizar las feromonas en el ambiente, lo que les facilita localizar a otros animales, como presas o potenciales amenazas para la manada.
- Cola. De todos los felinos, el león es el único con una borla al final de su cola. La cola ayuda al león a mantener el equilibrio y cobra especial importancia a la hora de persecuciones a altas velocidades. También puede indicar su estado de ánimo.
- Melena. Solo los leones machos la poseen. Sirve como protección para la garganta contra arañazos y mordeduras que pueden recibir cuando pelean. También es importante para la reproducción.
Dimorfismo sexual, característica única en la especie Panthera leo
El dimorfismo sexual son las diferencias en la fisionomía externa que existe entre hembras y machos de una misma especie, ya sea en color, en tamaño o forma.
Si bien muchos animales se diferencian a simple vista entre hembras y machos, el caso de los leones presenta una característica única: son los únicos felinos que presentan un dimorfismo sexual en la etapa adulta.
Por tanto, los machos presentan una melena muy densa, la cual las hembras de la especie no poseen.
Además de la melena, los machos y las hembras presentan otras diferencias anatómicas más comunes, como el peso o las dimensiones. Estas diferencias hacen que la anatomía de las leonas sea más adecuada que la de los machos para la cacería.
Si bien los machos son más fuertes, las hembras son mucho más ligeras y ágiles.
El león macho tiene la ventaja de la ocultación, gracias a su melena. Sin embargo, la leona, con su oído, vista y olfato localiza e identifica a sus presas. Es por ello, que la función de cacería en la manada generalmente es ocupada por las hembras del grupo, mientras que el macho utiliza su fuerza para proteger a la manada.