El jabalí verrugoso de gran corazón, y aún más grandes gases, tiene un papel esencial en la historia que se desarrolla en las Tierras del Reino.
Pumba, se caracteriza por ser el verdadero cerebro del dúo que forma junto al suricato Timón, aunque este último siempre se cuelga la medalla de las ingeniosas ideas de Pumba. Es el carácter inocentón del jabalí el que hace que Timón sea el líder.
Timón y Pumba
No sabemos mucho de Pumba hasta cuando encuentra a Timón en un campo de hierba alta en las Tierras del Reino, donde sorprende a Timón y ambos, presos del pánico se horrorizan frente al otro. Timón, porque pensaba que iba a ser la cena y Pumba, por el mero ruido del grito del suricato.
Es entonces cuando Pumba le cuenta a Timón su historia. Repudiado por el resto de animales por su potente olor, Pumba ha vagado en solitario desde hace mucho tiempo, cosa que aprovecha Timón para hacerse con sus servicios como guardaespaldas para que le escolte hasta la Roca del Rey, donde espera asentarse y establecer su nuevo hogar.
Una vez allí, y rodeado de una gran cantidad de animales, Pumba, preso del pánico que tiene a las multitudes, libera una enorme cantidad de su gas letal, incapacitando a los animales más próximos a él.
Lejos de abandonarle, Timón queda aluciando por el devastador poder de su compañero y reemprenden el camino hasta encontrar un nuevo hogar.
Tras pasar por una incontable cantidad de “hogares”, el dúo llega finalmente al oasis, su casa de ensueño.
Allí comienzan su nueva vida con el estilo Hakuna Matata hasta que un día, en plena partida de bolos con buitres, encuentran a un cachorro de león inconsciente y deciden llevarlo con ellos.
El dúo, ahora reforzado con la llegada de Simba, sigue viviendo con su peculiar estilo de vida durante muchos años.
Pumba el animal que representa nobleza, lealtad e inocencia
Sin embargo, su tranquilidad se ve rota cuando la leona Nala aparece. Timón planea junto a Pumba arruinar la relación de la pareja, pero a la vista de su gran fracaso, deciden dejar de intentarlo.
Cuando Simba marcha hacia la Roca del Rey para reclamar el trono frente a tu tío Scar, Timón se planta y se niega rotundamente a ir en su ayuda.
Es aquí cuando Pumba, con ganas de proteger y cuidar de su amigo, se planta ante Timón y marcha en solitario a ayudar a Simba, dejando a Timón solo.
A medida que Pumba se aproxima a la Roca del Rey, Timón le rebasa a una gran velocidad. Tras esto, se reconcilian y prometen estar juntos hasta el final.
Juntos, parten a la gran batalla, luchando contra las hienas que están bajo las órdenes de Scar mientras Simba trata de vencer a su tío.
Una espectacular actuación de baile hula, unida a la ayuda de los suricatos, les permiten derrotar a las hienas.
Después de la victoria de Simba, ambos regresan al oasis junto a los demás suricatos que vivían anteriormente con Timón, encontrando al fin el hogar perfecto junto a su mejor amigo.