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Timón

Protector y padre forzado, el suricato Timón, es una ayuda fundamental para que Simba acabe alzándose de nuevo como monarca de las Tierras del Reino.

timon el rey leon

Es imposible no asociar a este peculiar personaje con su fiel compañero y amigo Pumba. Pero… ¿de dónde viene el suricato? ¿cómo conoció a Pumba?

Todo se remonta a una lejana colonia de suricatos muy apartada de la Roca del Rey. Después de causar varios derrumbes en los túneles donde habitan sus congéneres, es nombrado centinela de la colonia a fin de mantenerlo alejado de la construcción de más túneles.

Por desgracia, mientras hace guardia soñando despierto, tres hienas se acercan a la colonia sigilosamente sin ser vistas por el despistado vigía.

Para cuando se da cuenta, ya es demasiado tarde y las hienas atacan la colonia. Por suerte, ninguno de sus compañeros suricatos es atrapado, cosa que no evita que toda la colonia se enfade con él al fallar de nuevo en sus funciones de centinela.

Frustrado y apenado, Timón toma la decisión de buscar su propio hogar lejos de la colonia.

Tras unos instantes de decisión que desaparecen en cuestión de horas, Timón rompe a llorar añorando a su madre cuando es sorprendido por Rafiki, quien le habla de Hakuna Matata y le invita a “mirar más allá de lo que ve”.

Timón y Pumba

El suricato, convencido de que debe dirigirse a la Roca del Rey reemprende de nuevo su viaje con una determinación renovada.

Más adelante, mientras camina por un pasto de hierba alta, una extraña figura se acerca a Timón.

Tras unos momentos de angustia, ambos animales de encuentran de frente y, después de gritar de miedo hasta la extenuación, el animal extraño se presenta como Pumba, a quien Timón aceptará de buen grado iniciando una curiosa “relación de conocidos”.

Finalmente, y tras pasar por un montón de “hogares defectuosos”, Timón y Pumba llegan al oasis donde deciden quedarse y nombrar su nueva casa.

Allí viven tranquilamente hasta que cierto día topan con un Simba exhausto y desmayado en mitad del yermo.

Es entonces cuando comienza su etapa de dura paternidad con el joven león, al que enseñan el estilo de vida Hakuna Matata y los más suculentos insectos de los que podrían alimentarse.

Pasan los años y un Simba ya adulto ha superado a su maestro Timón en todas las competiciones y disciplinas absurdas que se han inventado, habiendo superado el alumno al maestro.

Pero la integridad del trío se ve en peligro cuando Nala, una leona amiga de la infancia de Simba, entra en escena.

Es entonces cuando el suricato descubre los orígenes del león y trata de boicotear junto a Pumba que Nala y Simba se enamoren, con un nefasto resultado, pues la noche del amor acaba llegando.

Cuando Simba reemprende su viaje hacia la Roca del Rey, Timón decide quedarse en el oasis, discutiendo con Pumba, que acaba siguiendo a Simba y Nala.

Pero tras un tiempo solo y apenado, aparece Rafiki, quien le hace entender que en soledad y sin amigos no puedes tener Hakuna Matata y tener un hogar feliz.

Tras esto, marcha a toda prisa hacia la Roca del Rey, encontrando a Pumba durante el camino, y marchando juntos de nuevo para librar la batalla final contra el malvado rey Scar.

Después de la victoria de Simba y su nuevo lugar como rey, Timón y Pumba vuelven al oasis, donde se les une toda la colonia de suricatos a la que pertenecía. Así, tras mucho buscar, Timón alcanza el hogar que siempre había querido.